dijous, 5 d’abril del 2012

Jornada

Amorosamente,
el monje aceptó la jornada:

el esfuerzo y el servicio
se tradujeron en el más bello canto
de cualquier pájaro enjaulado

el peso del día
no podía restar libertad
a tan noble gesto

y el ocaso atesoraba
el aprendizaje recibido.

JAVIER ONOFRE

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada