Cuando despiertas a la Realidad,
ya nada es lo mismo.
A veces piensas que lo sabes todo,
pero no sabes nada.
Uno se va enredando,
con las cosas y el "hacer",
por el sendero de la vida.
Entonces,
se produce una asfixia,
un desencanto,
que te vacía por dentro.
Ahí hay los dos caminos:
el de amargura e infelicidad,
o de la Verdad y la Vida.
El primer sendero es el mas transitado,
hay gente en ruinas por todas partes.
el segundo exige fortaleza interior y discernimiento.
Para elegir el camino correcto,
uno ha de confiar en el TODO,
y pedir un buen maestro:
él nos enseñara,
las Puertas de la Percepcion Interior
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